Definición
La terapia familiar es el conjunto de modelos de intervención que tratan de ayudar a las familias. Hay que diferenciarla de prácticas de carácter más social como la mediación familiar, la consultoría matrimonial y otras.
En la óptica sistémica original de la terapia familiar, no existen patologías individuales: cada patología, problemática o problema, es una patología, problemática o problema del sistema que, después será visto como sistema familiar.
La Terapia Familiar Sistémica es un modelo terapéutico que considera al individuo en función de sus interacciones y relaciones con los demás. Entiende que la conducta de un individuo no se da aisladamente, sino que tiene sentido dentro de un contexto relacional en el que siempre hay otras personas implicadas.

Un poquito de historia
La terapia familiar nace en diferentes lugares al mismo tiempo, partiendo de bases muy dispares: el psicoanálisis; los estudios experimentales de la familia; los antropólogos; los teóricos de la comunicación y más tarde, los terapeutas del comportamiento y los psicólogos cognitivos, entre otros. Es debido a esta complejidad que más que hablar de historia voy a poner una pequeña reseña de donde surgió, sabiendo que se está obviando mucha información relevante.
Esta epistemología se nutrió inicialmente de tres fuentes: la Teoría General de Sistemas (von Bertalanffy, 1954), la cibernética (Wiener, 1948) y la Teoría de la Comunicación (Watzlawick, Beavin y Jackson, 1967). Teniendo esta premisa en cuenta, la epistemología sistémica pasa de una visión lineal estudiando al individuo, a una visión circular estudiando la relación interpersonal.
Visión lineal

Visión Circular

La aparición de la terapia familiar abre la posibilidad de operar sobre los problemas que hasta el momento habían sido exclusivamente vistos en su dimensión política o bien individual. Aún así, todavía a día de hoy trata de hacerse un hueco más allá del contexto privado en los servicios públicos dominio de la medicina y la psiquiatría.

Intervención terapéutica
Toda relación está influenciada y organizada por una serie de reglas mediante las cuales se configura el sistema de interacción como una totalidad, dotando al sistema de una identidad propia, fundamental para garantizar su estabilidad. A veces estas conductas funcionales, se convierten en disfuncionales generando conflictos entre los individuos que forman el sistema, es en ese momento cuando un abordaje sistémico puede ayudar al conjunto de individuos a liberar el malestar y el riesgo de cronicidad.
Este abordaje consiste en producir un cambio en las modalidades interactivas disfuncionales y favorecer modelos de relación más adecuados ya sea en aspectos estructurales y/o en la transformación de procesos interaccionales disfuncionales. El trabajo consiste en potenciar los recursos que cada individuo tiene, para superar sus dificultades o el malestar psíquico de algunos miembros. La intervención sistémica permite evaluar muchas variables a la vez lo que resulta una ventaja para poder trabajar con menor número de sesiones.
¿QUÉ HACEMOS EN EL PROCESO TERAPÉUTICO?
El abordaje terapéutico puede ser individual, en pareja o con la familia, siempre considerando el contexto donde se manifiesta la situación dilemática o problema.
Así pues en la consulta, trabajamos desde una visión sistémica, es decir, teniendo en cuenta el contexto relacional de la/s persona/s que acudan a la consulta.

Hay que mencionar que en mi consulta aparecen mayoritariamente personas que buscan sesiones individuales. A menudo suelen aparecer dificultades en la relación de pareja o temas familiares, pero estas personas prefieren trabajar por cuenta propia. De todas formas el abordaje también será sistémico, teniendo en cuenta el mundo de relaciones que rodean al individuo.

Un porcentaje más pequeño lo forman los pacientes que acuden para trabajar conjuntamente con la pareja. En este caso la intervención sistémica permite evaluar muchas variables a la vez, lo que resulta una ventaja para acelerar el proceso terapéutico. Aun así, no siempre ambos miembros de la pareja están dispuestos a confrontar una situación que a menudo es difícil de exponer a un profesional.
Finalmente un pequeño porcentaje de los pacientes, acuden con la familia. En este caso pueden asistir todos los individuos que conviven en la misma vivienda: a veces dos hermanos; padre/madre y/o hijo/hija);… Se pueden dar diferentes combinaciones según la necesidad. De todas formas, en el primer contacto telefónico, se acuerda conmigo quienes acudirán a la sesión, según la necesidad.
