Definición
La desprogramación biológica es una terapia a través de la cual se sanan o “desprograman” enfermedades y malestares que nos alejan de la salud física y mental o simplemente del bienestar personal, familiar o laboral a través de conflictos actuales, patrones repetitivos o actitudes inconscientes y/o transgeneracionales.

Biológicamente los primeros 17 días del periodo embrionario se desarrollan las cuatro capas embrionarias: endodermo, mesodermo (antiguo y nuevo) y ectodermo, de las cuales se originan todos los órganos y tejidos del cuerpo. Cada una, corresponde a las diferentes etapas de la evolución. La formación del embrión pasa de organismo unicelular a ser humano, a una enorme velocidad y paralelamente lo hacer, por todas las etapas de la evolución. El Dr. Hamer descubrió que todas las enfermedades, pertenecen a uno de estos cuatro niveles.
Un poquito de historia
La desprogramación biológica se basa en la Nueva Medicina Germánica del Dr. Hamer, Dr. Claude Sabbah y las teorías del biólogo Rupert Sheldrake y del psicoterapeuta Christian Flèche entre otros.
Tras años de investigación, el Dr. Hamer descubrió que una situación repentina vivida como un impacto emocional, no afecta solamente al psiquismo, sino que también afecta a la parte del cerebro que corresponde biológicamente al impacto específico y es visible en un escáner cerebral.
A la par, Claude Sabbah, fundó la Biología Total, donde se enfoca en una visión global del ser humano. Considera que el programa biológico de una enfermedad determinada, puede incluso provenir de un conflicto no resuelto en la genealogía del individuo (sobretodo si la enfermedad se expresa antes de los siete años de vida). Fueron relacionando todo tipo de enfermedades a ciertos sucesos vividos por los pacientes y observaron que al encontrarse el motivo y trabajar el conflicto las enfermedades desaparecían.
Marc Fréchet encontró un método para descubrir los conflictos programantes, descubrió varios principios que se inscriben en esta visión del ser vivo y que condicionan al individuo a vivir los acontecimientos de un modo u otro. Estos principios son: los ciclos biológicos memorizados, el proyecto de sentido, la plaza de hermandad.

Intervención terapéutica
Las bases fundamentales son:
- La desprogramación consiste en la escucha de nuestro cuerpo.
- Consiste en encontrar la causa biológica de cada síntoma y el conflicto emocional subyacente a esta.
- La verdadera causa del síntoma se encuentra en el insconsciente.
- Todas las enfermedades tienen un sentido biológico.
- El síntoma siempre tiene una coherencia y nuestra función es descubrirla.
Para poder desprogramar algún síntoma (ya sea mental, emocional o físico) que está interfiriendo en nuestro bienestar, toda la información que podamos tener sobre los 9 meses antes de la concepción, los 9 meses de embarazo, el momento del nacimiento y los primeros 9 años de vida, son de relevante importancia. A la par, tener información de nuestros ancestros también puede facilitar el trabajo. Si esta información no es accesible o fiable, hay técnicas como la kinesiología que nos pueden ayudar, de forma combinada, para obtener respuestas a las hipótesis que puedan ir surgiendo.
La toma de consciencia es siempre el primer paso para que la persona pueda soltar bloqueos que la alejan de sentirse satisfecha consigo misma y con el entorno que la rodea, pero no hay que quedarse aquí. Posteriormente otras técnicas específicas como pueden ser visualizaciones y sanaciones, nos permiten soltar: las posibles ataduras o cargas del pasado que hemos generado a lo largo de la vida, de nuestros progenitores o incluso de nuestros ancestros.
¿QUÉ HACEMOS EN EL PROCESO TERAPÉUTICO?
A lo largo del proceso terapéutico, especialmente en las sesiones individuales, se tiene muy en cuenta la relación que hay entre los tres centros del individuo: emoción, cuerpo y pensamiento. Como es bien sabido, un ser humano para sentirse satisfecho consigo mismo necesita que estos tres centros estén en armonía. Esto significa que vayan ocupando la proporción necesaria de forma flexible para adaptarse a las necesidades del momento.

Trabajar simultáneamente con los tres centros, significa ver al individuo como un ser holístico. Desde la forma de trabajar que se propone, es importante conocer si hay sintomatología física que esté expresando dolencias en el cuerpo; saber cómo está la persona gestionando sus emociones, si es capaz de relacionarse con ellas sin dejarse arrastrar y sin bloquearlas y finalmente si los procesos mentales son productivos o se tratan de pensamientos obsesivos, bucles,… en definitiva ruido que no nos deja funcionar en paz.

En el proceso terapéutico donde trabajamos con esta visión terapéutica, se recoge información sobre etapas tempranas de la vida. A menudo se propone realizar un árbol genealógico para tener información que ayude al paciente a tomar consciencia de aspectos de su vida que puede estar repitiendo de otras personas de su árbol o por el contrario reacciones antagónicas, es decir que también se repiten pero de forma totalmente contraria.
Si es posible obtener información de forma más amplia, se les pregunta a progenitores o familia cercana que nos la faciliten, este ejercicio suele ser interesante para las familias ya que cada uno tiene su versión de la historia. Estas preguntas pueden sernos útiles ya que a menudo desconocemos muchas historias, ya sea porque no lo recordamos, ya sea porque se dieron antes de nuestro nacimiento.
También se miran sincronicidades en las fechas según unas pautas, nombres repetidos o nombres que se habían puesto a un familiar que murió con anterioridad,… Y finalmente los ciclos biológicos en los que se pueda estar dando un patrón de repetición que no permite el bienestar. Visualizar la propia línea de vida con patrones que se van agravando pero que conllevan detrás la misma temática, nos ayuda a tomar consciencia de estos programas que nos determinan a menudo y de los cuales sin ayuda parece que no podemos escapar.
Todos estos pasos combinan el trabajo terapéutico y lo que suelo llamar deberes para casa. Una vez tenemos la información, se elige lo imprescindible para el proceso y se pone en común en la consulta para facilitar que aparezcan las tomas de consciencia o abreacciones que permitirán al paciente empezar a disolver la situación problema.